¿Qué opciones tiene un acreedor si el juicio monitorio no resulta un éxito?

Cuando un acreedor inicia un juicio monitorio, lo hace con la esperanza de cobrar de forma rápida y sencilla lo que se le debe.

Sin embargo, no siempre el camino es recto ni despejado. A veces, el deudor se opone, otras simplemente el cobro no se consigue.

Pero que el monitorio no prospere no significa que todo esté perdido.

Existen varias alternativas legales que permiten seguir reclamando el pago de la deuda de forma efectiva. Vamos a descubrirlas.

1. Solicitar la ejecución forzosa: cuando la paciencia se agota

Si el deudor guarda silencio, no paga ni se opone dentro del plazo legal, el acreedor puede activar la maquinaria de la ejecución forzosa.

Esta herramienta judicial permite embargar bienes, cuentas bancarias, salarios, vehículos o incluso inmuebles del deudor.

Imagina la ejecución como un gran engranaje jurídico que, una vez puesto en marcha, busca allá donde sea necesario para satisfacer la deuda pendiente.

Es, sin duda, una de las vías más directas para recuperar lo que te pertenece.

2. Continuar con un juicio verbal u ordinario: el litigio sigue

Ahora bien, si el deudor se defiende y presenta oposición, el procedimiento monitorio se transforma.

Dependiendo del importe reclamado, el proceso se convierte en un juicio verbal (si la cuantía es menor de 15.000 euros) o en un juicio ordinario (si supera esa cifra).

Este nuevo escenario abre un campo de batalla legal más amplio. Ambas partes podrán presentar pruebas, testigos, documentos, y será el juez quien, tras analizarlo todo, dictará sentencia.

Es como pasar de una carrera corta a una maratón, donde la resistencia y la estrategia son fundamentales.

3. Presentar una nueva demanda: cuando hay que volver a empezar

En ocasiones, el juicio monitorio puede terminar archivado por cuestiones técnicas, como la falta de competencia del juzgado o defectos de forma insalvables en la documentación presentada.

Pero la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) no cierra la puerta y ofrece una segunda oportunidad.

El acreedor puede volver a presentar su reclamación, corrigiendo los errores, ya sea a través de otro procedimiento monitorio o mediante un proceso civil ordinario más adecuado.

Es como reparar un barco que ha encallado para poder volver a navegar.

4. Apostar por la negociación extrajudicial: tender puentes en lugar de levantar muros

No todo se resuelve en los tribunales. A veces, lo más inteligente es sentarse a hablar.

En cualquier momento del procedimiento, las partes pueden llegar a un acuerdo extrajudicial. Este pacto puede contemplar el pago total de la deuda, un abono parcial o un plan de pagos aplazados.

La negociación es como construir un puente sobre el río de la deuda: puede ser más rápido, menos costoso y, en muchos casos, más satisfactorio para ambas partes.

Siempre hay un camino para reclamar tus derechos

El fracaso de un juicio monitorio no supone el fin de la reclamación.

La LEC ofrece al acreedor un abanico de opciones: desde la ejecución forzosa hasta el juicio declarativo, pasando por nuevas demandas o acuerdos extrajudiciales.

Estar informado y actuar con rapidez y estrategia es clave para proteger tus derechos y recuperar lo que te corresponde.

Fichar resumen - Alternativas si el procedimiento monitorio no funciona

¿Problema?

El deudor no paga o presenta oposición en el juicio monitorio.

¿Soluciones?

• Ejecución forzosa:
  Embargar bienes, cuentas, sueldos o inmuebles del deudor para cobrar la deuda.
• Juicio verbal u ordinario:
  Si hay oposición, el monitorio se transforma en un juicio donde ambas partes presentan pruebas.
  • Juicio verbal: Deudas menores a 15.000 €.
  • Juicio ordinario: Deudas mayores a 15.000 €.
• Nueva demanda:
  Si el monitorio se archiva por defectos o falta de competencia, puedes volver a presentar la reclamación.
• Negociación extrajudicial:
  Intentar un acuerdo amistoso para pago total, parcial o fraccionado.

Importante: Aunque el juicio monitorio falle, siempre hay vías legales para reclamar lo que te corresponde.